Hoy hablaremos de un personaje de uno de los mitos
griegos más importantes y conocidos por todos: el mito de la guerra de Troya.
Pero no hablaremos del valeroso Aquiles o del ingenioso Ulises sino de
Briseida. Briseida era hija de Brises,
de ahí su nombre, en la antigua Grecia y Roma se solía nombrar a las mujeres
con el nombre del padre añadiéndole una
A, hoy en día resultaría un tanto extraño que David le pusiese a su hija Davida
y se quedase tan ancho… aunque sigue habiendo algunos que usan esta sencilla técnica
para nombrar a sus hijas, si no fuese así haría años que ya no habría ni Ramonas ni Franciscas (creo yo). Volviendo
a la mujer que nos interesa, Briseida, era hija del sacerdote de Lirneso,
ciudad de la Tróade que fue saqueada por Aquiles, y estaba casada con Mines, que fue asesinado
por el mismo. Aquiles la llevó cautiva y la hizo su esclava. Se dice que
Briseida llegó a ser la esclava favorita del héroe y que incluso ella creía que
llegaría a convertirse su la esposa. Un
ejemplo de lo importante que llegó a ser
esta mujer es que cuando la asamblea de los griegos obligó a Agamenón a
devolver a su esclava, éste, lleno de rabia, obligó a Aquiles a devolver a
Briseida y el héroe se negó a combatir hasta que el rey Agamenón se la
devolvió. Podemos hacernos una idea de lo importante que era Briseida para
Aquiles, pero ¿por qué debería Briseida amar a Aquiles? Recordemos que había
saqueado su ciudad, matado a su marido y se la había llevado cautiva.
Vamos a
intentar transportar este mito a nuestros tiempos… Briseida es ahora la señora
Carmen que vive en el cuarto primera de
nuestro edificio y Aquiles es su marido Paco, el cual hace años que no dirige
una palabra de aprecio o amor hacia su mujer. Ya hace 25 años de su boda, que
tuvo lugar en una pequeña iglesia de Barcelona. A los padres de Carmen les
pareció adecuado que su hija se casase con Paco porque la familia de éste tenía
un negocio próspero en el barrio y así a su niña nunca le faltaría de nada, no
pensaron en el amor, claro. Fueron
pasando los años y Carmen no fue tan infeliz como pensaba al principio, tuvo
dos niñas preciosas y siempre pudo tener la nevera llena. Esta relación sólo consiguió
mantener lleno el vientre de Carmen, no
tuvo hambre ni le faltaron los hijos… pero nunca consiguió llenar su corazón y
sus entrañas. Ahora, tras 25 largos años de matrimonio, Carmen ha llegado a sentir
amor y ternura hacia Paco, que nunca se lo ha ganado. ¿Tal vez Carmen ama a Paco porque cree que es lo único
que le queda? Después de 25 años cuidando de su familia ¿qué más opciones
tiene? ¿Dónde iría? ¿Quién la contrataría? Su cerebro le dice que la mejor
opción es seguir con Paco y al final su cerebro ha acabado convenciendo a su
corazón. Tal vez Briseida sienta lo mismo por Aquiles, él es lo único que le
queda y por eso ha acabado amándolo. ¿Y no es cierto que todos hemos conocido
alguna vez a una Briseida que se ha acabado enamorando de un Aquiles que la
maltrataba?